Al momento de diseñar un jardín, además de plasmar nuestra inspiración y creatividad, se tiene en cuenta que los elementos antrópicos (distribución de espacio y uso del mismo), abióticos (elementos naturales que carecen de vida como piedras, agua etc) y bióticos (plantas) se complementen unos con otros, para de esta forma lograr armonía sensorial, que nos invite a disfrutar del espacio.
Es importante conocer el espacio donde se implantará, estudiar el lugar, determinar la orientación del sol, los vientos, espacios de sol y sombra, condiciones generales del suelo, etc, así tendremos claro los detalles del lugar, para que el diseño plasmado en planos, se puede concretar al cien por ciento.
La distribución es también un punto importante, al resolver la funcionalidad, podremos darle la forma correcta y aprovechar mejor cada área.
Es fundamental hacer una lista del jardín que queremos obtener o que nuestro cliente quiere y necesita, no solo en cuanto a plantas y elementos, sino también, las formas, colores y estilo que se desea lograr.